En el centro de Bulgaria se encuentra el valle de las rosas, también conocido como el valle de los reyes tracios, donde se pueden visitar algunos de sus túmulos funerarios. Nosotros visitamos la tumba tracia de Sveshtari, más al noreste, y una maravilla que no te puedes perder si viajas a Bulgaria. Te contamos cómo visitarla.
Los tracios habitaron el sudeste de Europa desde el 3.000 a.C hasta el siglo III d.C. Concretamente en Bulgaria, poblaron el denominado Valle de los Reyes Tracios desde el siglo V a.C., en la zona central del país.
Es en este valle, en el mismo donde se cultivan las famosas rosas, donde se encuentran la mayoría de túmulos funerarios. Las más conocidas son:
- Kazanlak, del siglo III a.C. Actualmente se puede visitar una réplica de la misma.
- Conjunto de Starosel, del IV a.C.
- Tumba de Seutes III, de finales del siglo IV a.C.
Además, en Kazanlak, centro neurálgico para conocer el valle, se encuentra el museo Iskra, con todas las piezas originales que se han encontrado en las tumbas.
Visita a la tumba tracia de Sveshtari
En nuestro viaje por Bulgaria y Rumanía no nos cuadraba el valle de las tumbas tracias en la ruta e, inicialmente, descartamos la visita.
Hasta que vimos, que con un «pequeño» desvío el día que íbamos desde Kavarna, en la costa del Mar Negro, hasta Slanic (en Rumanía), podíamos visitar la de Sveshtari.
La tumba tracia de Sveshtari es del siglo III a.C, descubierta en 1982 y patrimonio mundial de la Unesco.
Cómo llegar
El acceso a la tumba de Sveshtari se encuentra en pleno campo, cerca de la población del mismo nombre, a mitad de camino entre Shumen y Ruse.
Una vez allí, lo primero es acceder al centro de visitantes, donde se sacan las entradas. Solo se puede acceder en visita guiada, que no tienen horario fijo, van un poco según la gente que haya. Nosotros llegamos a primera hora de la mañana, sobre las 9:30, que fue cuando nos dijo la propietaria de nuestro apartamento en Plovdiv que abrían.
Cómo es la visita
A la media hora de llegar, más o menos, después de ver la exposición que tienen allí mismo, hicimos la visita guiada junto a otra persona más.
No se pueden hacer fotos de ninguna manera y hay que entrar con unas calzas especiales, sin apenas iluminación.
Quizá por eso, en cuanto entras te sientes tal que Indiana Jones. Y acto seguido te quedas sin palabras. En su interior cuenta con frescos en muy buen estado de conservación y 10 cariátides, haciéndola así única en cuanto a decoración.
Aquí os dejamos algunas de las imágenes que tienen en la Unesco:
En el interior estás como media hora, más o menos. Y luego a la salida, lo mejor es dar una vuelta por toda la zona, siguiendo el sendero que rodea los distintos túmulos.
Un día en la mina de sal de Slanic - Un día en el polo
[…] llegamos desde la costa del Mar Negro en Bulgaria, en Kavarna, y tras visitar esa mañana la tumba tracia de Sveshtari. Como al llegar ya estaba cerrado (el último autobús sale sobre las 15:00), hicimos la visita al […]