A pesar de la eterna lluvia, su intenso tráfico y su mediocre gastronomía, Londres es una ciudad que engancha y enamora y, que además, tiene atractivos suficientes para que siempre haya una excursa para volver. Nuestra excusa para visitarla por cuarta vez fue verla vestida de Navidad y, aunque defraudó en este aspecto, no lo hizo en los demás.
Parlamento de Londres |
- En Londres hay pocas cosas que no sean carísimas, menos aún baratas, pero la National Gallery, el Museo Británico, el Museo de Ciencias y el Museo de Historia Natural son completamente gratuitos. En estos dos últimos puedes pasarte el día entero tocando cachivaches divertidísimos incluso para los de letras.
- La entrada al Museo de Cera vale por las de todos los que son gratis pero, al menos, te lo pasas bien y compruebas que se pueden conseguir mejores logros con este material que el Fernando Alonso de Madrid.
- Un paseo perfecto para ese día del año que no llueve es el que va desde Picadilly hasta el Parlamento. Si, además, se da justo con la hora del día en la que abren Westminster, se puede visitar la abadía por dentro, con audioguía de las que no aburren incluida en el precio.
- Otras visitas obligadas son las del Palacio Real y los parques de St James y Kensington, prestando mucha atención a las ardillas trepadoras de piernas.
- Recorrer a pie y de seguido los barrios de Notting Hill, principalmente Portobello Road, Chelsea y Kensington. Y no de seguido, Bloomsbury.
- Despotricar contra el precio del billete sencillo de metro en Speakers Corner en Hyde Park.
- Si es domingo, a partir de las 10 y antes de las 13, coger un barco en Little Venice hasta Candem Town y recorrerse el mercadillo al completo. Para reponer fuerzas, nada mejor que esos mejunjes de origen desconocido que venden en los puestos de comida asiática.
- Entrar a Hamleys y Harrods aunque no se vaya a comprar nada. Estas fueron dos de las grandes decepciones navideñas, con unos escaparates de lo más anodino.
- Ir a un musical. Recomendamos El Fantasma de la Ópera, cuyas letras en español dan verdadera lástima. Otras opción es, por supuesto, Los Miserables (leer opinión sobre el musical).
- Desayunar a lo grande en Le Pain Quotidien de Covent Garden. Las muffins son una auténtica delicia.
- Hacer una excursión a Greenwich para ver el famoso meridiano, a la ida en tren y a la vuelta en barco.
Qué hacer y qué ver en Londres en Navidad:
- Patinar sobre hielo junto a la Torre de Londres o para los incapaces de coordinar las diferentes partes de su cuerpo para ello, contemplar cómo lo hacen otros. El patio interior de la Torre de Londres tiene una de las decoraciones navideñas más bonitas y, como además en esta época suele hacer frío, se puede aprovechar para visitar el museo.
- Ver el árbol de Navidad gigante de Trafalgar Square y las fuentes que se iluminan de noche. Ya de paso, entrar a la National Gallery y, con un poco de suerte, asistir a un concierto de villancicos gratuito mientras contemplas los cuadros.
- Otro barrio con decoración navideña es el Soho aunque de tradicional tiene bien poco. Los árboles de Navidad son rosas, morados, naranjas… cualquier color del arcoíris menos verde, rojo y blanco.
- Preferiblemente de noche, recorrer Regent Street hasta Picadilly Circus y desde aquí a Leicester Square y Covent Garden. En esta ruta la Navidad sí que está en todas partes. En función de la hora, se puede aprovechar para cenar en el italiano de la planta inferior de Covent Garden.
- Tomarse una cerveza en The Lamb and Flag, que tiene todos los adornos que le faltan a otros pubs de Londres.
Escapadas – Un día en el polo
[…] 4 días en Londres […]