Estados Unidos y Canadá comparten casi 9.000 kilómetros de frontera que discurren por 13 estados estadounidenses y 8 provincias canadienses (fuente: Wikipedia). De todos los puntos entre ambos países, el más famoso y espectacular es el que separa el noroeste del estado de Nueva York y la provincia de Ontario: las cataratas del Niágara.
Hace 10.000 años un glaciar avanzó sobre el este de Canadá moviendo rocas y suelo y profundizando canales de ríos hasta convertirlos en lagos. Así, el pequeño río Niágara dio lugar a las cataratas del mismo nombre. En la actualidad, las cataratas del Niágara no son ni las más altas ni las más caudalosas del mundo. Aun así, su caída de 110.000 m³ de agua por minuto desde 52 metros las hace espectaculares.
Las cataratas del Niágara las forman tres cascadas, situadas a corta distancia unas de otras:
- Horseshoe Falls: una cresta en forma de herradura de 671 metros de ancho da nombre a la cascada más impresionante de las tres.
- American Falls: están completamente en territorio estadounidense y tienen un ancho de 250 metros.
- Bridal Veil Falls: aunque es la más pequeña (17 metros de ancho) sirve como nexo de unión de las otras dos y su limpia caída vertical de 55 metros es también digna de verse.
Aunque las cataratas se pueden ver desde ambos lados, ni las vistas ni las sensaciones son las mismas. Y también son diferentes las actividades que se pueden realizar. Por ello, es imprescindible cruzar el puente fronterizo “Rainbow bridge”. Si no hay tiempo y/o dinero para hacer todas las visitas recomendamos las dos del lado canadiense.
Desde el lado estadounidense
En una hora andando por los caminos del inmenso parque se pueden ver, oir y “sentir” las tres cascadas. Además, desde este lado se pueden hacer las siguientes actividades de pago (en todas va incluido el poncho impermeable):
- Cave of the Winds: puedes tocar el agua que cae de las American Falls.
- Mirador y Maid of the Mist: se puede comprar la entrada sólo para el mirador que se adentra casi hasta la mitad del río Niágara o también la que combina tanto el mirador como el paseo en barco que te lleva hasta el mismísimo centro de las Horseshoe Falls. (Web de Maid of the Mist)
Desde el lado canadiense
El camino está mucho más civilizado y las vistas de todo el conjunto son infinitivamente mejores, en especial de noche. A cambio, sólo puedes acercarte de verdad a las Horseshoe Falls. Las actividades desde Canadá son:
- Maid of the Mist: el barco hace el mismo recorrido desde ambos lados, con la diferencia de que en Canadá es más barato (cambio de agosto de 2012). El momento en el que consigues abrir los ojos y te ves rodeado por las las Horseshoe Falls es una alucinante. (Web de Maid of the Mist)
- Behind the Falls: si en el lado estadounidense puedes tocar la cascada, en el canadiense pasas por detrás (previo pago).
Datos prácticos
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- Alojamiento: lo bueno es que en ambos lados hay una oferta muy amplia de alojamiento y, siendo el sitio que es, no es nada caro. Nosotros nos alojamos en uno de los más baratos, el Lincoln Motor Inn de Canadá, vía Rumbo.
- Comidas: el lado canadiense está lleno de restaurantes de todo tipo, incluyendo algunas cadenas como iHop (desayunos) y Apple Bee’s (comida o cena)
- Dinero: en ambos países se usan dólares, los precios de actividades y peajes son los mismos pero, al menos en agosto de 2012, el cambio con el euro es mucho más favorable con la moneda canadiense.
- Diferencias EE.UU. / Canadá: en esta zona hablan casi igual y comen más o menos lo mismo, pero los canadienses son cien por cien europeos en cuanto a medidas: metros, litros, gramos…
- Parking: se paga un precio fijo de 10 dólares por un día entero. Desde el lado canadiense todos los hoteles están muy cerca de las cataratas, por lo que se puede dejar el coche allí e ir tranquilamente caminando.
- Enlaces de interés:
http://www.niagaraparks.com
http://www.niagarafallstourism.com
http://www.niagarafallslive.com/
http://www.niagarafalls.ca/
http://www.niagara-usa.com/
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